
PØR LØ TĄNTØ…
que no me deja dar un paso en falso
por miedo a que el calzado se me arruine?
Prefiero que mis pies se den el gusto
a cuidar los zapatos-
porque en cualquier zapatería una
puede comprar
un nuevo par-
Mas la dicha se vende una vez sola.
Perdida la patente
nadie podrá comprarla nunca más-
díganme, pies, decidan la cuestión
¿debe cruzar la señorita, o no?
¡Expídanse, zapatos!
